Se trata de una estafa de gran escala, que ha causado un daño inmensurable tanto desde lo cuantitativo como desde lo cualitativo. Y aclaró que las víctimas son en su mayoría familias que han sido desapoderadas de los ahorros de toda su vida. “La justicia debe estar a la altura y dar acabada demostración de respaldo a la ciudadanía frente a estos maleantes”
El Ministerio Público de la Acusación ordenó la detención de Mauro Esqueff, un financista acusado de estar a unas 300 personas bajo la modalidad piramidal estilo el esquema Ponzi. Según fuentes judiciales, el acusado ofrecía planes de inversión que llegaban a prometer rendimientos anuales de hasta 122% en dólares, fijando un valor fijo del tipo de cambio.
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“En nuestra calidad de abogados representes de víctimas, y pretensos querellantes, vemos con buenos ojos el arduo trabajo que está haciendo el MPA. Recordemos que al momento de radicar denuncias la causa fue enviada a la UFE de Investigación y Juicio, mas nosotros no teníamos duda alguna de que este asunto debía ser llevado adelante por la UFE de Delitos Económicos y Complejos, tanto por su naturaleza como por su dimensión; así lo solicitamos y fuimos escuchados, quedando la investigación en manos de la Dra. Teresa Granato”, explicó el abogado Gustavo Feldman.
Y explicó que se trata de una estafa de gran escala, que ha causado un daño inmensurable tanto desde lo cuantitativo como desde lo cualitativo. Y aclaró que las víctimas son en su mayoría familias que han sido desapoderadas de los ahorros de toda su vida. “La justicia debe estar a la altura y dar acabada demostración de respaldo a la ciudadanía frente a estos maleantes”.
Feldman dijo que el objetivo perseguido en este caso es poder encontrar el dinero que el acusado quitó a las víctimas, para que a ellas retorne.
“Hace un mes aproximadamente hemos presentado una nueva denuncia, y hemos aportado prueba que no solo demuestra que el acusado trabajaba junto a otras personas que oficiaban de captadoras de futuras víctimas, sino que también continuó desplegando este esquema y incluso luego de anunciar a sus víctimas más antiguas la imposibilidad de pagarles. Es decir que ya caído en desgracia siguió captando ahorristas que bajo sendas promesas ardidosas entregaban sumas de dinero en efectivo. Con lo que queda patentizado que su objetivo siempre fue hacerse del dinero ajeno”.