Ever Banega no jugó el último partido del año ante Talleres. El mediocampista fue titular frente a Atlético Tucumán y Boca, pero se ausentó en el choque final por un tema personal del cual no se dieron detalles. Y la realidad es que el experimentado volante quedó en falta, incluso fue reprobado por los hinchas en los últimos partidos en el Coloso a partir de ausencias por lesiones y rendimientos flojos.
Y ese enojo del hincha tiene algo de sustento. Banega arrancó muy bien el ciclo Larriera, con seis partidos iniciales donde fue figura y decisivo. Pero todo comenzó a desmoronarse tras aquella expulsión en el partido ante Estudiantes previo al primer Clásico del año. Luego su nivel bajó, aparecieron algunas lesiones y otra tarjeta roja injustificada ante Godoy Cruz. De ahí en más, hubo muchos faltazos por molestias físicas y pocos rendimientos aceptables. Aunque fue el mejor en los partidos del ciclo Soso. Ever jugó 32 partidos, treinta como titular, anotó dos goles de penal y fue expulsado dos veces.
Más allá de la opinión de la gente, la continuidad de Banega dependerá de las charlas que mantenga por estos días con Mariano Soso y Rubén Capria. El entrenador lo quiere, considera que puede ser muy importante para la construcción de juego que pretende a partir de la posición de «doble cinco». Y la dirigencia no cree que la renovación del contrato sea un problema, aunque todavía deben sentarse con Ever.
Otro de los cuestionamientos que se le hizo a Banega es la falta de liderazgo dentro de la cancha. No hay dudas que es un referente en el vestuario, pero más por trayectoria que por asumir esa responsabilidad. Y este año a Newell’s no le sobraron referentes, algo que Soso pretende cambiar con la llegada de algunos futbolistas experimentados.
¿Seguirá Banega? Todo indica que sí, pero esta ausencia en el último partido por un tema personal abrió interrogantes que se despejarán en los próximos días.