Taxistas de Rosario hablan de ?una crisis terminal?

La creciente utilización de pasajeros de los servicios de transporte que brindan aplicaciones no legales, como por ejemplo Uber y Didi, pone en jaque, cada vez con más intensidad, a los taxistas de Rosario, que sufren una vehemente caída de los viajes.

“Es una crisis terminal”, avizoró el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Yanotti.

Llaman a Uber y Didi

“Siempre en enero hay una baja en el servicio porque hay poca actividad laboral y hay gente que se va de vacaciones”, analizó el dirigente en diálogo con Radiópolis (Radio 2).

Sin embargo, no se trata solamente de una merma estacional sino de una caída de los servicios que se les escapan en manos Uber y Didi, ya instalados en Rosario.

Estamos en una crisis terminal

“Estamos sumidos en una crisis terminal”, señaló y admitió que la disminusión de viajes empuja, paradójicamente, a que muchos taxistas trabajen para las aplicaciones ilegales en simultáneo con su actividad regulada.

“Es una cuestión de sobrevivencia”, justificó.

“Si las aplicaciones regularizadas no dan servicios, es muy difícil sostener la actividad y no queda otra, a pesar de que es ilegal, dar servicios en Uber o Didi”, precisó.

Yanotti, además, apuntó a una plataforma legal por la cual los taxistas “levantan” viajes.

“Movitaxi dispuso bajar un 20 por ciento la tarifa inconsultamente, ellos hacen el descuento, pero el que paga es el chofer. Hace 15 días Concejo aprobó una actualización del 20 en la tarifa y ahora lo perdimos”, se quejó y adelantó que los peones están trabajando en el lanzamiento de su propia aplicación denominada Subo.

Contra las aplicaciones ilegales

“Las aplicaciones ilegales no tributan, no tienen chofer responsable, entonces es una competencia ilegal con el transporte legalizado que cumple las normas de la Municipalidad de Rosario”, remarcó.

“Hay que entender que la actividad legal tiene un costo operativo que no la tiene la ilegal, entonces ya que el municipio legalizó las aplicaciones, a las que no están autorizadas que no se les permita trabajar”, propuso.

Ya no sabemos qué inventar

Y reconoció: “Ya no sabemos qué inventar”.

Fuente: Rosario3