Con la llegada del verano, el uso de sandalias y ojotas se convierte en una constante, pero esta elección de calzado puede traer consigo un problema común y molesto: las grietas en los talones. Estas fisuras, además de ser antiestéticas, pueden llegar a ser dolorosas si no se tratan adecuadamente.
Según informó Salud y Medicina, este problema está estrechamente relacionado con la sequedad de la piel, una condición que se agrava durante los meses de calor debido a diversos factores internos y externos.
Las grietas en los talones son el resultado de una piel deshidratada, lo que puede deberse a la falta de hidratación, el uso de calzado inadecuado y la ausencia de una rutina de cuidado personal.
Estas causas, combinadas con el aumento de actividades al aire libre en verano, hacen que los pies sean más propensos a la sequedad y a la acumulación de células muertas, creando un ambiente propicio para la formación de fisuras.
A continuación, se detallan las principales razones detrás de este problema y las estrategias más efectivas para combatirlo.
Salud y Medicina explicó que la falta de hidratación es una de las principales causas de las grietas en los talones. Durante el verano, el cuerpo pierde más agua debido al calor y al aumento de la actividad física, lo que afecta directamente la piel.
Si no se compensa esta pérdida con una ingesta adecuada de líquidos y el uso de productos hidratantes específicos, la piel de los pies tiende a secarse y agrietarse.
Otro factor importante es el uso frecuente de sandalias y chanclas, que, aunque son cómodas y frescas, exponen los pies al sol, al aire y al polvo, elementos que contribuyen a la sequedad. Además, el roce constante entre el calzado y la piel puede provocar la acumulación de células muertas, lo que agrava el problema.
La falta de una rutina de cuidado personal también juega un papel crucial. Ignorar prácticas como la exfoliación regular, la hidratación diaria y el uso de productos específicos para los pies puede empeorar la sequedad y facilitar la aparición de fisuras.
Salud y Medicina informó que muchas personas descuidan esta parte del cuerpo, especialmente durante el verano, cuando los pies están más expuestos.
Para combatir este problema, los especialistas destacaron la importancia de adoptar una serie de hábitos que ayuden a mantener la piel de los talones suave y saludable. La hidratación constante es fundamental.
Además, se recomienda aplicar una crema hidratante específica para los pies todas las noches antes de dormir, lo que ayuda a mantener la piel flexible y a prevenir la sequedad.
La exfoliación regular es otro paso clave. Según Salud y Medicina, es necesaria una vez a la semana para eliminar las células muertas de la piel.
El uso de calzado adecuado también es esencial. Aunque las sandalias son la opción preferida en verano, el medio recomendó alternarlas con zapatos cerrados que protejan los pies de la exposición constante al sol y al roce directo.
Además, es importante elegir sandalias que ofrezcan un buen soporte y que no generen fricción excesiva, lo que puede dañar la piel de los talones.
Por último, sumergir los pies en agua tibia con sal marina o aceites esenciales ayuda a mantener la piel hidratada y también proporciona un momento de relajación.