sábado, 11 enero, 2025
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El fenómeno Trump transforma el capitalismo global

Dijo Elon Musk en “Die Welt” (20-12-2024): “Alemania enfrenta una coyuntura crítica. Su futuro está en juego cuando se encuentra al borde del colapso económico y cultural; y en la medida en que soy uno de los mayores inversores industriales y tecnológicos del país – la planta Tesla de Berlín es una de las 3 principales del mundo, junto con la de Shanghai y Austin – creo tener el derecho de hablar con total claridad sobre su rumbo político. Por eso afirmo que (el partido político) Alternativa para Alemania (AFD) representa el último vestigio de esperanza para esta nación ante todo en lo que hace a su aspecto económico”:

Agregó: “La economía alemana, antes la más creativa de Europa, está ahora sumergida por la burocracia y aplastada por las regulaciones; frente a ésto, AFD sostiene la necesidad de reducir el Estado, disminuir los impuestos y desregular los mercados, que son los mismos principios que han hecho a Tesla y SpaceX tan exitosos».

El apoyo de Musk al partido político liderado por Alice Weisdel también se basó en lo que se refiere a la innovación y al futuro. “Las compañías que he construído se basan en el principio de que la innovación surge de la libertad; y AFD comparte este ethos que promueve el pensamiento crítico sobre toda forma de adoctrinamiento, y apoya a las industrias high tech que son el futuro, y de las que surge el liderazgo económico global. Alemania ha vivido demasiado tiempo en la mediocridad: es hora de cambios audaces y AFD es el único partido que ofrece este camino en el momento actual”.

Todo indica que el próximo Canciller alemán será Friedrich Merz de la Democracia Cristiana (CDU/CSU); y éste se ha convertido en un acérrimo crítico de los 14 años de gobierno de la ex Canciller Angela Merkel, carente de toda visión de largo plazo y ajena a las ambiciones arriesgadas.

Ahora Merz propone aceptar el desafío que implica Donald Trump en el gobierno de EE.UU., que ha señalado que el superávit comercial que tiene Alemania de 20%/25% tendrá que ser compensado en los próximos dos años con una compra gigantesca de gas y petróleo norteamericano; y que, en caso de no hacerlo, deberá enfrentar tarifas especiales de hasta 30% en bienes como automóviles y maquinarias, lo que transformaría la recesión alemana en una depresión de largo plazo.

La respuesta alemana, sostiene Merz, debe ser proponer a Trump un tratado de libre comercio entre Europa y EE.UU., basado tentativamente en un arancel cero a fijar en 10 años. “Europa tiene que recuperar la competitividad perdida, y la presencia de Trump en el gobierno de EE.UU. no le deja alternativa”.

En suma, el triunfo de Trump el 5 de noviembre inaugura una nueva etapa en la historia del capitalismo mundial; con el agregado de que su objetivo final es una economía global completamente integrada, ante todo con Europa, Canadá y México, donde EE.UU. imponga su superior competitividad/productividad, surgidas ante todo de las tecnologías de avanzada de la Inteligencia artificial.

Ciertamente, en este nuevo cuadro mundial, Angela Merkel es un recuerdo del pasado que se desvanece inexorablemente.

Ahora Merz, el próximo Canciller alemán, propone recortar los impuestos de 30% a 25%, disminuir en un 50% las contribuciones de la seguridad social, eliminar la mitad de las cargas energéticas (lo que incluye apostar nuevamente a la energía nuclear) y reducir drásticamente la burocracia alemana.

Mientras tanto la premier italiana, Giorgia Meloni, viajó especialmente a EE.UU. para entrevistarse con Trump, que la recibió entusiastamente y coincidió en forma plena en los postulados económicos, tecnológicos e inmigratorios.

En definitiva, con el triunfo de Trump y su asunción el 20 de enero, ha surgido en el mundo un nuevo punto de partida, que fija un antes y un después en la acumulación capitalista global.

Este fenómeno central de la política mundial que es Trump tiene su correlato necesario en el campo económico en los siguientes datos estructurales:

  • Superan U$S 17 billones las inversiones realizadas en Wall Street desde el 5 de noviembre, lo que asegura que EE.UU. experimentará un boom inversor y económico de extraordinaria envergadura en 2025.
  • Lo más importante es el excepcional impulso a la pasión inversora e innovadora que su triunfo ha desatado entre los norteamericanos, especialmente los pequeños y medianos emprendedores que han experimentado un verdadero frenesí de sus animal spirits, que puede estimarse en U$S 4 billones/U$S 5 billones, y que surge de lo más profundo del espíritu capitalista estadounidense.

Todo esto coincide, “en esa extraña armonía de las cosas” que advirtió Holderlin, con una nueva revolución tecnológica de la Inteligencia artificial, que se ha transformado en otra etapa de destrucción creadora, en la que se vuelca el capital y el trabajo hacia la alta tecnología; y todo esto se encarna en 2 figuras históricas – “tipos ideales”, en los términos de Max Weber -, que son Donald Trump y Elon Musk.

Este es el cuadro de situación que presenta EE.UU y el mundo absolutamente integrado por la revolución de la técnica en las vísperas del 20 de enero.

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