El empresario estadounidense cercano al líder de la Libertad Avanza no le pagó a los clubes el monto correspondiente a Valentín Gómez, de Vélez, y Rodrigo Villagra, de River, y los futbolistas se encuentran actualmente sin clubes
Las Sociedades Anónimas Deportivas, uno de los deseos del presidente Javier Milei, se cae a pedazos en Argentina con jugadores colgados por Foster Gillet, el empresario estadounidense cercano al líder de la Libertad Avanza, y clubes a los que la plata no le llegó.
El pase del defensor central argentino Valentín Gómez al Udinese de Italia finalmente se cayó debido a que el empresario no abonó el monto de la ficha antes del plazo límite, por lo que el jugador deberá retornar a Vélez. Lo mismo sucedió con Rodrigo Villagra, jugador de River, adquirido por Foster Gillet.
El magnate desembarcó en Argentina de la mano de varios funcionarios del gobierno nacional que encabeza Javier Milei. En sus primeros coqueteos para acercarse al fútbol argentino se reunió con Daniel Scioli y la diputada del espacio de Milei, Juliana Santillán. También con el empresario Guillermo Tofoni, quien emergió como «delegado» de los capitales de Foster en el país.
El encuentro se dio en medio del intento de imponer las sociedades anónimas deportivas por parte del gobierno de Milei, quien en agosto del 2024, firmó un decreto para que, en resumidas cuentas, los clubes puedan ser comprados por empresas.
En el artículo 2 del decreto 730 publicado en el Boletín Oficial, se incluyó una cláusula clave en la Ley del Deporte que establecía que, más allá de que las entidades puedan tener un plazo de un año para adaptar sus estatutos y reglamentos “durante el curso del plazo otorgado (…) no podrán impedir, dificultar, privar o menoscabar cualquier derecho a una organización deportiva, incluyendo su derecho de afiliación a una confederación, federación, asociación, liga o unión, con fundamento en su forma jurídica, originaria o derivada, si aquella está admitida por la Ley N° 20.655 y sus modificaciones y complementarias”.
La resistencia de la Asociación del Fútbol Argentino siguió en pie y no hubo intervenciones. Vale destacar, que la AFA viene luchando en contra de estas ideas desde que Mauricio Macri, referente del PRO y aliado de Milei, fue elegido Presidente de la Nación.
En 2016, el secretario general de la Presidencia Fernando de Andreis redactó un proyecto de ley para contemplar las sociedades anónimas en el fútbol argentino. “No hay que cerrarse en una idea. Se tienen que buscar términos medios. En un fútbol transparente los clubes sin fines de lucro podrían estar, pero son muy mal administrados”, decía por entonces Fernando Marín, director del Fútbol para Todos y ex gerenciador de Racing. Macri logró terminar con la televisación gratuita en manos del Estado, pero no pudo imponer su anhelo de las SAD.
Los jugadores a la deriva
Foster Gillet se asoció a Estudiantes de La Plata y junto a Juan Sebastián Verón, presidente del Pincha, empezaron un vínculo empresarial. Con ese inicio, el empresario empezó a sondear a otros clubes y llegó a Valentín Gómez. Con el zaguero de 21 años había acordado una compra con el “Fortín” por la suma de 8,5 millones de dólares, pero dicho dinero nunca ingresó en las arcas de los de Liniers y el futbolista regresará al país.
Mientras aguardaba por que se haga efectivo el pago, Gómez se encontraba realizando entrenamientos por su cuenta previo a sumarse al Udinense, club italiano.
Ahora, el surgido en las inferiores de Vélez, deberá regresar al club que lo vio crecer.
Algo similar sucedió con Rodrigo Villagra. El mediocampista de River vio como una buena opción la aparición de Foster Gillett en el fútbol argentino, mediante una salida que oscilaba los 11 millones de dólares, armó las valijas y emprendió nuevos rumbos. Sin embargo, la plata tampoco apareció en el club de Núñez y este lunes se confirmó que el acuerdo con el empresario está caído.