Cristian Fabbiani no dudó en aceptar tomar las riendas de la primera de Newell’s en un momento complejo del club por dónde se lo mire. Pero tuvo coraje y convicción para dar el sí y hacerse cargo de un equipo que venía devastado.
Tras dos partidos de visitante, derrota 2 a 0 ante Barracas Central y victoria 2 a 1 frente a Atlético Tucumán, ya logran verse atisbos de una reacción, que aunque sea incipiente podría ser el inicio de un click con todo lo anterior.
Claro que dos encuentros son muy poco para hacer un diagnóstico definitivo, pero por ahora la era Fabbiani plantó algunos mojones preliminares que pueden ser valorados. También, como es lógico, hay mucho en la columna del debe, que viene de arrastre y costará tiempo revertir.
En la antesala del estreno del Ogro como DT leproso en condición de local, que será el domingo ante Belgrano, hay puntos favorables para desatacar y, a la vez, tarea pendiente para ir acomodando y corrigiendo lo antes posible. El DT puso el foco en cuestiones puntuales para intentar reinventar a Newell’s.
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Síntomas positivos en Newell’s
Más enjundia y sensación de finales
Desde que el Ogro Fabbiani llegó al Parque hay algo que no se negocia y está por encima de todo y de todos: la entrega y el compromiso para como mínimo transpirar la camiseta del minuto uno al noventa. El nuevo DT leproso tiene como principal premisa que todo el mundo debe dar el máximo desde el desgaste físico y prodigarse por el equipo en cuanto a correr, meter, morder y dejar la piel en cada pelota. Claro que con este argumento sólo no alcanza para ganar partidos, pero es la base mínima de sustentación en el que se apoya el ciclo Fabbiani. Y en este sentido se vio un cambio positivo en el equipo. A Newell’s no le sobra nada y necesita redoblar el esfuerzo en materia de entrega y así lo está haciendo. Hubo una variación de actitud muy positiva.
La recuperación de confianza de Banega
Sin ninguna duda el jugador que le puede dar un toque diferencial al equipo en cuanto a generación de juego es Banega. El número cinco había entrado en un tobogán de falta de confianza y se lo notaba errático con la pelota. Encima el equipo no lo acompañaba. Pero para el Ogro es una pieza clave, tal vez la más importante, porque sin darle un destino inteligente a la pelota es muy complicado generar chances de gol y Ever es un dotado en este aspecto. Por eso fue de lo mejor en los dos partidos del actual ciclo, en base a libertad de movimientos y claridad para manejar los hilos en tres cuartos. Del buen pie de Banega radica el salto de calidad que necesita dar Newell’s para recuperar el protagonismo perdido.
Un DT que no llora y mira para adelante
Fabbiani pone las energías en lo que puede mejorar su equipo en cuanto a rendimiento y ajustes tácticos y no en lo que significa el tufillo que contamina al fútbol argentino. En su debut ante Barracas Central bien pudo ponerse en víctima tras lo que fue un claro penal a favor de Newell’s no sancionado y en cambio se mordió la lengua y puso el foco en seguir mejorando puertas adentro. Si logra transmitirle este mensaje a los jugadores y a los hinchas, el club no sentirá que sus males son parte de un complot externo y que si se hacen las cosas bien dentro de la cancha pueden comenzar a llegar las victorias.
Bancó a Silvetti y le pagó con goles
La joya de Newell’s no había arrancado bien el 2025, tal vez inmerso en los rumores de una futura venta y por su renovación del contrato en el Parque. Pero con el Ogro el Toto comenzó a jugar en su lugar, por izquierda, y entrando en diagonales desde allí clavó los dos goles ante Atlético Tucumán.
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Lo que resta mejorar para el Ogro Fabbiani
Las grietas defensivas
Sin bien el equipo tiene mayor orden en el retroceso, aún paga muy caro los desacoples defensivos y los huecos que deja entre los marcadores centrales. Le pasó en los dos partidos que lleva el ciclo Fabbiani, ya que le convirtieron goles por perder las marcas y no hacer la cobertura de espacios cuando el rival lo ataca de forma frontal.
El nueve no se consolida
Newell’s no logra tener un centrodelantero que se gane el puesto más por virtudes propias que por defectos ajenos. Juanchón García no está derecho con el arco y hasta malogró un penal en Tucumán. Cocoliso González tampoco consigue torcer la pulseada a su favor, más allá de que tiene arranques interesantes. Y a Nazareno Funez le faltan minutos para sentirse una opción confiable. Allí hay una puja entre tres jugadores que está abierta.
Hacerse fuerte en el Coloso
Fabbiani dirigirá su primer partido en el Parque este domingo ante Belgrano y Newell’s necesita sí o sí usar al Coloso como aliado, algo que le viene costando muchísimo al equipo porque el marco impresionante más que motivarlo lo ata. Encima está el antecedente cercano y doloroso de la derrota en el clásico donde los hinchas colmaron su paciencia. El Ogro puede servir de escudo protector para asumir la presión y liberar a los futbolistas.
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La pesada herencia
Más allá de que este es un ciclo nuevo, los antecedentes cercanos de los procesos anteriores no ayudan. Newell’s viene de pésimas campañas y el paso constante de directores deportivos y entrenadores, todos con perfiles distintos en cuanto a lo futbolístico, pero con un mismo resultado negativo. El Ogro deberá correrse esta arena movediza, armar rápido un equipo competitivo, no contaminarse de lo externo y lograr resultados inmediatos paro no ser uno más de la lista de fracasos, encima en el marco de un año electoral con todo lo que ello significa.