El presidente Donald Trump dijo que impondría aranceles recíprocos amplios y aranceles adicionales específicos para cada sector el 2 de abril.
Trump señaló a los periodistas a bordo del Air Force One que “en ciertos casos, ambos” tipos de gravámenes se aplicarían a los productos extranjeros importados a EE.UU.
La guerra comercial de Trump reduce el crecimiento mundial y acelera la inflación
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
“Nos cobran y nosotros les cobramos y, además de eso, en automóviles, acero y aluminio, vamos a tener aranceles adicionales”, dijo Trump el domingo.
Las declaraciones indican que Trump planea seguir adelante con un régimen arancelario más agresivo, a pesar de los movimientos iniciales que agitan los mercados financieros y tensan las alianzas.
Trump ha dicho anteriormente que su administración está preparando lo que él ha denominado aranceles recíprocos, que afectarían a las importaciones de cada país con una tasa arancelaria determinada en base a un cálculo que incorpora sus propias barreras arancelarias y no arancelarias.
La OCDE mejoró las perspectivas de crecimiento al 5,7% para la Argentina en 2025
Pero el presidente también ha dicho que quiere fortalecer industrias clave de EE.UU., como la automotriz, la del acero, la del aluminio, la de los microprocesadores y la farmacéutica. No ha quedado claro si esos aranceles sectoriales se incorporarían al régimen arancelario recíproco o se añadirían a él.
“El 2 de abril es un día liberador para nuestro país”, dijo Trump. “Estamos recuperando parte de la riqueza que presidentes muy, muy tontos regalaron porque no tenían ni idea de lo que estaban haciendo”.
Trump ya ha impuesto un arancel del 20% a China, así como un gravamen del 25% sobre el acero y el aluminio. También anunció un arancel del 25% sobre los productos canadienses y mexicanos, pero posteriormente ofreció una prórroga de un mes para los productos que cumplan con el acuerdo comercial de América del Norte, o T-MEC, negociado durante su primer mandato. Trump también ha dicho que la energía canadiense y la potasa, un fertilizante clave, solo se verían afectadas por un impuesto del 10%.