sábado, 22 marzo, 2025
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Contar juntos y contra viento y marea

Somos Los Payasos del Matute. Una compañía de teatro formada hace 13 años. Tenemos como espacio de creación, producción y trabajo comunitario nuestro Centro Cultural Matute, ubicado en Gerli, Avellaneda. Hacemos trabajos para adultos e infancias. Todas nuestras obras están atravesadas por los olores y sonidos del territorio, la identidad barrial y la memoria social.

Comenzamos un nuevo año. Difícil, cuesta arriba, pero produciendo y creando. Estamos convencidos de que la única lucha que se pierde es la que se abandona. Esta grupalidad que integro sabe muy bien de qué habla, en cuanto al Conurbano se refiere, porque el trabajo sociocultural que realizamos en nuestro espacio (comedor comunitario, centro educativo para discapacidad, sala teatral, cursos de distintas disciplinas y talleres) son el material con el cual el grupo se expresa.

Esta temporada nos volvemos a presentar en CABA. Vamos a estar con dos de nuestros últimos y premiados trabajos: 24 toneladas, una obra pensada para las infancias. Y Tercer cordón del conurbano. Una tragedia marrón, ambas con dirección de Paula Sánchez.

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En el caso puntual de 24 toneladas, la historia está centrada en un hecho histórico ocurrido en Sarandí, Avellaneda, durante la última dictadura cívico-militar. La quema de 24 toneladas de libros de la editorial Centro Editor de América Latina, que culminó el 26 de junio de 1980, luego de un procedimiento militar que duró dos años.

El desafío estaba planteado: cómo traer un hecho trágico de nuestra historia para las infancias, sin caer en lugares comunes o golpes bajos. Cómo generar humor con nuestra historia. Cómo recuperar el valor de la lectura y de los libros en tiempos de pantallas y juegos en red. Cómo lograr todo esto sin banalizar ni vaciar de contenido un hecho doloroso de nuestra historia reciente.

El público llega al espacio teatral y se encuentra en aquel galpón del centro editor, donde los libros dormían durante la noche de la dictadura tratando de no llamar la atención. El ingreso es acompañado de música en vivo que va marcando como los latidos de los recién llegados.

Ingresan los primeros personajes, y el código circense se hace presente. Estos, quienes llegan a cuidar los libros, son un sentido homenaje a los miembros de la editorial, Boris Spivacow, su fundador, y Amanda Toubes, editora, quien además fue la encargada de mantener viva esta historia.

En ese ir y venir de ritmos musicales, acrobacias circenses y presentaciones; llega una disparatada comitiva militar a cargo de Juancito De La Serna, que tal cual, como la verdadera historia, empiezan a realizar un conjunto de acciones ridículas para clasificar los libros entre correctos e incorrectos.

En este tramo la obra nos lleva de paseo, por títulos y autores que fueron prohibidos por la dictadura, pero que no pudieron ser borrados de la memoria colectiva, como Un elefante ocupa mucho espacio, de Elsa Boreman, El país del no me acuerdo, de María Elena Wash, o El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry.

La interacción con las infancias que están en el público es inmediata. En todas de las funciones de esta obra que llevamos realizada, más de setenta, salen en defensa de los libros, se producen abucheos y gritos. El teatro se convierte en un foro, en una asamblea.

La comitiva militar decide quemar los libros, los otros, los defensores de los libros, en la medida de sus posibilidades tratan, de maneras ingeniosas, de dilatar la quema, de ganar tiempo, de obstaculizar sin ser descubiertos. Situación que pone a la vista la inoperancia y la falta de flexibilidad ante la adversidad de la comitiva censuradora. Mientras todos estos hechos ridículos, pero con rigor histórico suceden, las infancias, desde sus butacas, defienden a los libros y a los personajes que los ayudan.

Con momentos festivos y carnavalescos, los espectadores se van con la sensación de haber vencido a la censura y el olvido. Los esperamos para una vez juntxs salvar a los libros y la imaginación.

24 toneladas se puede ver los domingos de marzo a las 17, en el espacio Pompas, ubicado en Av. Brasil 2640, en Parque Patricios.

*Actor de 24 toneladas e integrante de la compañía Los Payasos del Matute.

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