«Escribir un deseo, soltarlo al fuego y celebrar lo que vendrá». Con esta premisa, este sábado por la tarde la zona sur de Rosario se enciende en una de las fiestas tradicionales de barrio Saladillo. Desde la Escuela Musto partirá la caravana hasta el Parque Regional Sur, para la Fogata de San Pedro y San Pablo.
El 29 de junio de cada año es la fecha elegida para esta celebración. Pero como este año ese día coincidió con las elecciones generales para concejales, se postergó para el 5 de julio.
Como cada año, la Escuela Municipal de Artes Plásticas Juan Musto será el punto de encuentro de la caravana. A las 17.30 comenzará el desfile de muñecos gigantes desde la institución de Sánchez de Bustamante 129, para de allí partir un rato más tarde hasta la esquina de Andes y Centenario. Allí los espera una montaña de leñas y ramas con destino de fuego. Es que la ceremonia tiene como rasgo distintivo la quema de muñecos confeccionados con papel, madera y cartón. «Para despedir lo malo y darle la bienvenida a lo nuevo en un ritual inolvidable», apuntaron desde la Musto.
Fuego y chocolatada caliente
Paula Henry es la directora de la Escuela Musto y contó a La Capital que este viernes de 10 a 16 habrá una jornada de confección de muñecos, para lo cual piden llevar materiales no contaminantes, como madera, cartón, hilos y telas. Además, de 13 a 16 se imprimirán remeras (de preferencia, colores claros) para lucir en la fogata del sábado.
La directora destacó que, en el marco de los 80 años de la escuela, durante cuatro miércoles realizaron una actividad a cargo del artista plástico Maxi Rossini que consistió en la construcción de objetos a gran escala, inspirados en la obra de Musto. «Esos objetos, que son en blanco y negro, los vamos a sacar mañana a la calle y también van a ir en la caravana para ser quemados», adelantó Henry.
Más allá de los muñecos que realicen los alumnos de la Musto, la directora de la escuela destacó que la fogata es una actividad de todo el barrio y sus familias, que suelen llevar figuras de cartón y madera realizadas en casa. El compromiso de los vecinos de Saladillo también se refleja en quienes arman y cuidan la montaña de leñas que llevan desde Parques y Paseos. Y en la vecina que realiza la chocolatada para paliar el frío de la jornada. «La cooperadora de la escuela y los alumnos y alumnas juntan leche larga vida para que ella haga el chocolate caliente, que se cruza al parque y se reparte gratuitamente. Lo que pedimos siempre es que lleven vasitos para tomar la chocolatada», recordó Henry.
Una fogata con más de 30 años de historia
Para los cristianos, el 29 de junio se conmemora el martirio de los apóstoles San Pedro y San Pablo, ambos ejecutados alrededor del año 67 por orden del emperador Nerón. Mezcla de fiesta religiosa y pagana, el sentido purificador atribuido al fuego se amalgama con el rito de la fogata por la muerte de los santos.
En la Argentina, esta celebración forma parte de las tradiciones populares heredadas de la inmigración, que se afianzaron a principios del siglo XX con el surgimiento del barrio Saladillo. Por eso, si bien la fiesta es preexistente, la Musto se sumó a la movida a principios de la década del 90, con el impulso del docente, actor y director de teatro Norberto Campos.
Según cuenta la historia, el 29 de junio de 1992 un grupo de docentes y estudiantes del taller de escultura de la Escuela Musto realizaron en la zona del Parque España una fogata de San Pedro y San Pablo organizada por Norberto Campos. En aquella oportunidad llevaron un muñeco que habían confeccionado en el taller. Ese fue el comienzo de una tradición que cada año convoca entre 300 y 400 personas en el Parque Regional Sur.