Una mujer fue rescatada en la provincia de Córdoba en estado de abandono extremo y desnutrición. Según la denuncia, había permanecido 20 años secuestrada por su esposo y su hija, quienes fueron detenidos. Luego de que el caso saliera a la luz, uno de los hijos desmintió los hechos.
Todo ocurrió en la localidad de Despeñaderos, en el departamento de Santa María, y se conoció gracias a una denuncia anónima que alertó a las autoridades sobre la situación en una vivienda ubicada en el barrio IPV.
El fiscal de Alta Gracia, Alejandro Peralta Otonello, detalló que la mujer, de unos 50 años, se encontraba en estado de shock, con un deterioro físico extremo, desnutrición, estaba “prácticamente encerrada” y no podía salir a la calle.
El caso derivó en la detención de su esposo, Sergio Colaso, acusado del delito de abandono de persona, y de una de sus hijas de 22 años, imputada por abandono agravado.
Tras ser rescatada, la mujer fue trasladada al Hospital Arturo Illia de Alta Gracia para recibir atención médica y psicológica.
Habló uno de los hijos de la mujer: “Nunca se le prohibió la salida»
David Colaso, uno de los hijos de la víctima, dio su propia versión de los hechos y desmintió todo lo dicho por el fiscal: “No estaba en un estado de abandono como dicen. Nunca se quería bañar aunque le insistíamos. Ella estaba con tratamiento que le dieron en la Clínica Vélez Sarfield pero no quería tomar la medicación y la encontrábamos tirada abajo de la cama o en el patio”, sostuvo.
Según el joven, hace algunos años atrás el esposo la llevó de vuelta a la clínica, donde quedó internada, pero poco después la mujer firmó el alta voluntaria. David aseguró al respecto que “un montón de veces” pidieron ayuda y que la mujer rescatada “nunca estuvo sola”. “Fue asistida por un médico, fue tratada. También decían que usó silla de ruedas, pero jamás, siempre caminó”, dijo.
“Nunca se le prohibió la salida. Ella no quería salir por decisión propia, no era sociable. Salía la patio. En cuento a la alimentación, comía poco, no quería comer y no sabíamos qué hacer”, siguió el joven, que trabaja como enfermero, según contó.
También desmintió que la mujer, que según se informó tenía golpes visibles en el cuerpo, haya sido víctima de violencia: “Mi papá siempre la trató de la mejor manera. En mi casa jamás existió la violencia. Es un padrazo, siempre estuvo con nosotros y mi mamá”.
Respecto a la denuncia, que fue anónima, respondió: “No se quién pudo haber hecho esa llamada. El que lo hizo no tiene dimensión de cómo vivíamos y la situación en la que estaba ella”. Además, sostuvo que con los vecinos mantienen «muy buena relación”.
Elena Bernave, abogada de la familia, aseguró que la denuncia anónima derivó en un “castigo social” y que presentarán las pruebas correspondientes para demostrar los problemas de salud de la mujer.
Embed