Además, la Canasta Básica Alimentaria, que marca el umbral de indigencia, se ubicó por encima de los $520.000 mensuales para el mismo grupo familiar
Los últimos indicadores oficiales revelan que una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos menores, necesita ingresos superiores a $1.160.000 mensuales para no ser considerada pobre en Argentina. Este valor corresponde al costo de la Canasta Básica Total, que contempla no solo alimentos, sino también servicios esenciales, transporte, educación, salud y otros gastos del hogar.
Además, la Canasta Básica Alimentaria, que marca el umbral de indigencia, se ubicó por encima de los $520.000 mensuales para el mismo grupo familiar. Es decir, cualquier hogar que no alcance esa cifra enfrenta dificultades incluso para cubrir sus necesidades alimentarias mínimas.
En los últimos meses, estos valores vienen registrando aumentos sostenidos. Si bien la inflación mostró algunas desaceleraciones puntuales, la suba acumulada en el costo de vida sigue superando con creces los ajustes salariales en la mayoría de los sectores.
Comparado con los datos de mitad de año, el aumento en el costo de vida fue significativo. En mayo, la misma familia requería cerca de $1.110.000 para no ser pobre. Esto evidencia que el poder adquisitivo continúa deteriorándose y que cada vez más hogares se ven forzados a ajustar gastos o a recurrir a estrategias de subsistencia.
El panorama refleja una presión creciente sobre los sectores medios y bajos, donde los ingresos no logran seguir el ritmo de los aumentos. La brecha entre ingresos y necesidades básicas se profundiza, generando mayores niveles de vulnerabilidad y exclusión.