Un remisero resentido con el mundo, una gavilla de delincuentes de poca monta que buscan zafar con una entradera bancaria, un instructor de tiro con ínfulas de justiciero, un ingeniero que busca venganza por su hijo. Estos y muchos otros personajes conforman el universo de “Alta llanta”, el libro que el periodista y escritor Marcelo Castaños.
“Alta llanta” es un conjunto de 15 cuentos y relatos donde los personajes se entrecruzan, reaparecen, y las historias, aunque autónomas, terminan conformando un todo.
Con una cuota fuerte de ironía, que a veces roza el sarcasmo, el autor se adentra en las vidas de unos personajes atravesados indefectiblemente por miserias de todo tipo: un denominador común que caracteriza a la mayoría de los textos. Allí aparece un viejo aspirante a militar que finalmente se recicla como policía, una madre que le pide a la Virgen que la libre de la maldición tras la muerte de su hijo, un chico torturado por un padrastro oscuro con antecedentes inciertos (o no tanto).
Las historias se van entrelazando, los personajes vuelven, algunos relatos encuentran resolución en títulos posteriores.