El mundo del teatro musical argentino amaneció este 25 de mayo con una noticia que enmudeció a artistas y espectadores: murió Ángel Mahler, compositor, productor y director de orquesta, a los 65 años. La información fue confirmada por su entorno a través de sus redes sociales oficiales, donde expresaron que «se fue en paz, acompañado por el amor de su familia» .
Mahler enfrentaba desde fines de abril una dura batalla contra un melanoma metastásico que avanzó rápidamente. El 29 de abril había sido internado por una grave descompensación derivada de un derrame pleural. Su partida deja un vacío inmenso en la escena cultural argentina, especialmente en el ámbito del teatro musical, donde su obra dejó una huella imborrable.
La obra de Ángel Mahler
Nacido como Ángel Jorge Pititto el 23 de mayo de 1960 en Buenos Aires, Mahler adoptó su seudónimo inspirado en el compositor Gustav Mahler. Desde pequeño mostró una profunda pasión por la música, que lo llevó a convertirse en uno de los referentes más importantes del género en el país.
Su consagración llegó en 1991 con el estreno de Drácula, el musical, creado junto a Pepe Cibrián Campoy y producido por Héctor Lectoure. La obra, que debutó en el estadio Luna Park, se convirtió en un fenómeno sin precedentes: en diez días recuperaron una inversión inicial de un millón de pesos y, en total, recaudó 70 millones de dólares. Con 52 artistas en escena y una orquesta de 30 músicos, el espectáculo se convirtió en un símbolo de la excelencia artística nacional .Wikipedia
La dupla Cibrián-Mahler continuó creando exitosos musicales como El Jorobado de París, Las Mil y Una Noches y Dorian Gray, consolidándose como una de las más prolíficas de la historia del teatro argentino.
Mahler también se desempeñó como ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires entre 2016 y 2017, y dirigió su propia orquesta, con la que participó en eventos de gran relevancia, como el acto en conmemoración del levantamiento del gueto de Varsovia en 2025 .Wikipediainfobae
Más allá de su prolífica carrera, era reconocido por su calidez humana y su compromiso con el arte como herramienta de transformación social. «Lo mejor está por venir», solía decir, una frase que reflejaba su inquebrantable optimismo y su constante búsqueda de la excelencia.
Su legado perdurará en cada nota de sus composiciones y en el recuerdo de quienes tuvieron el privilegio de disfrutar de su arte. El teatro musical argentino pierde a uno de sus pilares fundamentales, pero su música seguirá resonando en los escenarios y en el corazón del público.