El canciller Gerardo Werthein hablará este miércoles ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde denunciará el asedio del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela a la embajada argentina en Caracas y exigirá que otorgue los salvoconductos que garanticen la salida de los seis dirigentes opositores que están asilados en la sede diplomática.
Werthein tenía previsto viajar a Washington para presentarse en persona ante el Consejo el Consejo Permanente del organismo, una sesión solicitada por la embajadora ante el organismo, Sonia Cavallo, pero a último momento tuvo que suspender el vuelo por las condiciones de neblina y tormentas en esta capital, dijeron en Cancillería.
El Gobierno busca aumentar la ofensiva internacional para resolver el conflicto con los asilados, que viven desde hace meses una dramática situación en la capital venezolana, encerrados en la sede diplomática argentina sin electricidad y sin luz, y con riesgo permanente de ser asaltados por las fuerzas de seguridad del régimen de Maduro.
En un mensaje por la mañana ante el Consejo, Werthein propondrá una declaración sobre la situación crítica en Venezuela, pero se centrará en exigir a Maduro que otorgue los salvoconductos para que los asilados puedan irse en forma segura. Al ser una “declaración” y no una resolución, el canciller pedirá a los países miembros que se sumen al documento y algunos apoyarán la iniciativa, aunque otros podrían no hacerlo.
No habrá votación, dijeron fuentes que siguen el tema a Clarín. “Esperamos que los que quieran apoyar se sumen”, agregaron. Los representantes que lo deseen podrán dar discursos para manifiestar su posición.
Se estima que la declaración será respaldada por los gobiernos que habitualmente critican al régimen de Maduro y sus violaciones a los derechos humanos como Estados Unidos, Costa Rica, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana, Ecuador y Uruguay, entre otros.
La duda está con Brasil, México y Colombia, cuyos gobiernos han sido renuentes a apoyar resoluciones que denuncian las atrocidades en Venezuela.
El gobierno de Javier Milei redobló su ofensiva diplomática estos días. El sábado la Cancillería le exigió a Maduro la “inmediata” entrega de los salvoconductos que garanticen la salida, sin ser detenidos, de los asilados en la sede diplomática en Caracas. Además, reiteró pedidos a las Naciones Unidas y a la OEA para que tomen «medidas firmes y urgentes».
«La Cancillería Argentina expresa su máxima preocupación ante la alarmante y grave situación en la Embajada Argentina en Caracas, donde la vida de seis asilados enfrenta un peligro inminente», había dicho Cancillería en un comunicado. «Exigimos al régimen de Maduro la inmediata entrega de los salvoconductos que garanticen su salida segura», pidió el ministerio.
Antes el Gobierno había denunciado la situación de los asilados en la embajada ante la Corte Penal Internacional. El embajador argentino en Países Bajos, Mario Oyarzábal, le exigió a la CPI que actúe de inmediato para poner a resguardo a las personas que se encuentran en el interior del edificio diplomático.
Desde marzo, la embajada alberga a los seis opositores que enfrentan acusaciones fraudulentas de conspiración y traición a la patria. La Cancillería exigió a la dictadura venezolana que conceda el asilo legal a los refugiados políticos y que se les permita salir del país sin ser arrestados, pero Maduro se niega a cumplir, violando los tratados multilaterales.
La embajada está desde agosto bajo la protección de Brasil -luego de la expulsión de los diplomáticos argentinos-, aunque en septiembre Maduro revocó esta autorización por una supuesta planificación de actos terroristas en el interior de la sede por parte de los asilados.
Los asilados denuncian que en los últimos días el asedio policial se ha intensificado en las afueras de la sede diplomática, que tienen las «mínimas reservas de agua» potable y que ha habido «restricciones y algunos incidentes» con respecto al acceso a la comida.