Hace tiempo que Daniela Cardone dejó de correr detrás de los flashes. Alejada de las pasarelas, las tapas de revista y el ruido mediático, la exmodelo encontró otra forma de habitar su mundo. Más introspectiva, más espiritual y, sobre todo, más libre.
A sus 60 años, Daniela eligió vivir sola, sin pareja y sin condicionamientos. Y no lo dice con tristeza, sino que lo celebra. Todo es parte de un proceso de cambios, de encontrarse bien y plena en soledad, una situación que despertó curiosidad en la mesa de Mirtha Legrand, sabiendo que este sábado 21 de junio fue una de sus invitadas.
Como parte de una mesaza que incluyó otras figuras, Cardone compartió con Mirtha un muy sincero testimonio que dejó varias frases resonando en el aire. En un momento, mientras hablaban sobre las mascotas y la dificultad de viajar con animales, la conductora fue de frente y le preguntó si vivía sola. “Sí, gracias a Dios”, respondió la famosa esbozando una sonrisa.
La frase no fue casual ni irónica. Cardone explicó que lleva un par de años en solitario y que, lejos de buscar una pareja, disfruta de estar así. “Estoy muy bien sola… seis años que estoy sola, ya creo que soy célibe. Es muy lindo eso, eh. Estoy más como para adentro, compenetrada con otro tipo de cosas, más terrenal”, confesó, revelando un costado hasta ahora poco conocido de su vida.
DANIELA CARDONE REVELÓ POR QUÉ NO VOLVIÓ A ESTAR EN PAREJA DESDE HACE 6 AÑOS
El diputado José Luis Espert, otro de los presentes en el programa, quiso saber si algo puntual la llevó a tomar esa decisión. “Cuando sos una persona conocida no es fácil que del otro lado no te celen, que no te controlen, y yo soy una persona muy independiente de chiquita”, respondió la exmodelo.
Las palabras de Cardone no solo hablan de una elección, sino de un proceso personal profundo. Una búsqueda que la alejó del circuito mediático tradicional y la acercó a una versión de sí misma más conectada con lo interno.
Ya lo había demostrado cuando, años atrás, luchó públicamente por los derechos de los elefantes en los zoológicos o cuando decidió embalsamar a sus gatos tras su muerte, movida por un amor inmenso y una forma distinta de elaborar el duelo. Hoy, Daniela no necesita más que su propia compañía y lo dice sin temor alguno.