Las relaciones entre Azerbaiyán y Rusia atraviesan una grave crisis diplomática tras la muerte bajo custodia policialen Rusia de dos hermanos azerbaiyanos, Huseyn y Ziyaddin Safarov.
Ambos fueron detenidos la semana pasada en la ciudad rusa de Yekaterinburgo, en el contexto de una serie de redadas dirigidas contra ciudadanos de origen azerbaiyano, sospechosos de estar implicados en crímenes sin resolver entre 2001 y 2011, incluidos asesinatos por encargo.
Las autoridades azerbaiyanas denunciaron que los hermanos murieron tras ser brutalmente golpeados por agentes de la policía rusa. Según la oficina del fiscal de Azerbaiyán, se ha abierto una investigación penal por el presunto asesinato »con especial crueldad» de los ciudadanos azeríes a manos de fuerzas del orden rusas.
El Ministerio de Salud de Azerbaiyán reveló que ambos hombres fallecieron por »shock postraumático» tras recibir múltiples golpes, y denunció además que las autopsias realizadas en Rusia retiraron todos los órganos internos de los cuerpos, lo que podría indicar un intento deliberado de ocultar las verdaderas causas de la muerte.
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El jefe de medicina forense, Adalat Hasanov, explicó que el cuerpo de Ziyaddin presentaba todas las costillas rotas y hemorragias craneales, contradiciendo la versión rusa inicial que atribuía su fallecimiento a un supuesto fallo cardíaco. Hasanov calificó esa explicación como »una falsedad flagrante».
El caso ha generado una rápida escalada diplomática. Moscú, al ver peligrar su relación con Azerbaiyán, convocó al embajador azerbaiyano en protesta por lo que calificó como »acciones inamistosas» por parte de Bakú.
Sin embargo, el embajador Rahman Mustafayev denunció durante el encuentro el uso de la tortura y el trato degradante contra los Safarov, exigiendo una investigación exhaustiva y justicia para los responsables.
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En paralelo, Azerbaiyán respondió con medidas contundentes dentro de su propio territorio, generando una nueva fuente de conflicto. El lunes, la policía azerbaiyana allanó las oficinas de Sputnik Azerbaiyán, la filial local de la agencia estatal rusa Rossiya Segodnya, y detuvo a varios periodistas rusos, incluidos su editor en jefe, Yevgeny Belousov, y su director, Igor Kartavykh.
Ambos enfrentan cargos por fraude, emprendimiento ilegal y lavado de dinero. Las imágenes difundidas muestran a los detenidos siendo escoltados por agentes encapuchados.
El Kremlin condenó estas acciones como reacciones »emocionales» e »ilegales», exigiendo la liberación inmediata de sus ciudadanos. Moscú también denunció que los arrestos formaban parte de una campaña de represalias.
Sin embargo, las autoridades de Bakú defendieron la legalidad de la operación, alegando que Sputnik continuaba operando en el país sin acreditación oficial desde febrero de 2025, y que sus actividades eran financiadas de forma ilegal.
Dura crisis diplomática entre Rusia y Azerbaiyán tras el asesinato de dos azeríes
La situación ha generado un intercambio de acusaciones y un deterioro significativo en las relaciones bilaterales, que ya venían tensas desde que un avión de pasajeros azerbaiyano fuera derribado en Grozny a finales de 2024.
Ese incidente, que forzó una disculpa formal del presidente ruso Vladimir Putin al mandatario azerbaiyano Ilham Aliyev, dejó heridas diplomáticas abiertas.
A ello se suma la reciente detención de unos 50 ciudadanos de origen azerbaiyano en Yekaterinburgo, acusados por las autoridades rusas de estar implicados en crímenes antiguos. Al menos dos murieron bajo custodia, lo que provocó una fuerte condena del gobierno de Bakú, que calificó las acciones de Moscú como »inaceptables» y de carácter étnico.
Como medida adicional, el Ministerio de Cultura de Azerbaiyán canceló todos los eventos culturales rusos programados en el país, alegando »actos sistemáticos de violencia» contra sus ciudadanos por parte de las fuerzas de seguridad rusas.
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