Miguel Passarini
El bailarín, coreógrafo y docente rosarino León Ruíz atraviesa un año especial, con estrenos, reposiciones de algunos de los materiales que lo llevaron de regreso a escena, pero en particular porque se están cumpliendo diez años de su trabajo como creador escénico y cinco de la puesta en marcha de la Compañía Rosarina que lleva adelante, una espacio de creación para la danza con una pata en la tradición y otra en un saludable desvío por la experimentación que, entre más, tiene en su haber el aún vigente Proyecto TRINCHERA, con el que el creador buscó poner en tensión los lugares comunes del folclore con la contemporaneidad, el género y la identidad.
Pero hay mucho más: este domingo 27 de julio en El Círculo (Laprida y Mendoza, desde las 20), en el marco de un programa compartido con el Koi Ballet, que dirige la bailarina, coreógrafa y docente local Carina Odisio con quien comparte muchos de sus trabajos, Ruiz presentará Lepidópteros, en el cierre de una velada en la que también será de la partida el segundo actor del clásico Giselle, ballet referencial del movimiento romántico, y Nocturno, con música de Chopin, un solo de la destacada bailarina Jazmín Arrieta, formada en el Koi desde los 11 años, oriunda de Pergamino, que en la actualidad continúa con su formación como alumna regular en el Royal Ballet School de Londres.
A su tiempo, el muy recomendable Proyecto TRINCHERA, de la Compañía Rosarina, tendrá una función el 7 de agosto en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC, Paseo de las Artes y el río), el 23 de agosto se presentará en Pergamino y el 12 de septiembre en Ramallo, donde compartirá programa junto a otra obra dirigida por Ruíz con infancias, titulada Origami.
Finalmente, la lista se cierra, al menos por el momento, el 6 de noviembre con la presentación en Buenos Aires (en el espacio Dumont 4040) de su biodrama danzado Maricón, que nació de un proyecto que se gestó en el Parque de España.
Abrir el juego
“A partir de este domingo y en lo que resta del año voy a estar presentando estos materiales en el marco de los diez años que llevo como creador escénico. Son todas propuestas diferentes, muy diversas, también muy intensas cada una, que arrancan con la presentación del domingo en El Círculo de Lepidópteros, en el contexto de un programa compartido con el Koi Ballet que dirige Carina Odisio, un espacio de formación muy valioso de nuestra ciudad, con bailarines en muchos destinos del mundo y con más de veinte años de recorrido, en una noche muy especial porque entre más, disfrutaremos de un solo de una joven bailarina argentina Jazmín Arrieta que en la actualidad sigue su formación en el Royal Ballet de Londres”, destacó Ruiz.
“Después volvemos con Proyecto TRINCHERA, una obra que queremos muchísimo, que creamos con la Compañía Rosarina y que pudimos llevar a cabo en su momento gracias a un financiamiento que otorgó Espacio Santafesino del Ministerio de Cultura de la provincia, y ahora sumó el apoyo en forma de coproducción del CEC donde la vamos a presentar el 7 de agosto y luego seguimos”, dijo el creador.
Y destacó respecto del material: “Nos conmueve volver con Proyecto TRINCHERA porque la obra es, además, un espacio de contención para todos aquellos que estamos involucrados en ella; es una «trinchera» real que nos abarca y nos contiene en un contexto de país donde la cultura se ve bastante señalada, atacada y cuestionada. En ese sentido, sentimos que con esta obra podemos seguir accionando desde la danza frente a este momento tan complejo que nos toca atravesar”.
En el mismo sentido, Ruiz habló de Maricón, un biodrama que creó a partir de momentos y etapas de su propia vida que recrea y metaforiza en escena también apoyado por algunas de las lógicas del teatro documental. “Maricón es un trabajo sobre la estética de la diversidad que surgió de un proceso muy interesante que me devolvió a mí a la escena que no es un lugar donde suelo estar, dado que me dedico más a la dirección. Fue una vuelta muy particular porque es un trabajo que toca las fibras más íntimas. Y si bien es una obra que nace de un relato personal, cuenta justamente una historia que es colectiva, y que tiene que ver con el deseo de cada uno en un mundo que es diverso, donde todos somos diferentes aunque compartamos problemáticas. Por lo tanto, más allá de los logros para la comunidad que hay que seguir militando, siempre es un enorme placer volver a hacerla”.
Las obras
Lepidópteros, con idea, autoría y coreografía de León Ruiz, bajo la dirección general de Carina Odisio, cuenta con diseño y operación de luces de Tania Scaglione, diseño de vestuario de Verónica Ritvo (con realización de Geraldine Jagou), escenografía de AET y diseño sonoro de Marcio Pereyra, a partir de “Las cuatro estaciones”, de Vivaldi por Max Richter.
El cuerpo de baile de esta propuesta, con una duración de 40 minutos, pertenece al Koi Ballet. Con el trabajo solista de Juana de los Santos, bailan Serena Mancinelli, Lucía González, Agostina San Juan, Camila Cortéz, Clara Manzino, Milagros Lescano, Sofía Divonis, María Luz Delorenzi, Julia Bassi, Sara Saputo, Pilar Calichio, Magalí Caluva Gubaro y Mercedes Antiga.
“Lepidópteros es una obra de lenguaje neoclásico que nos sumerge en un universo plástico, versátil y potente, donde las intérpretes transitan «Las cuatro estaciones» de Vivaldi, entre unísonos, grupales, dúos, solos y tríos, desarrollando calidades de movimiento inspiradas en el mundo de las mariposas y las aves”, contó el creador acerca de la obra que tiene la particularidad de haber sido creada por Ruiz en su décimo aniversario como coreógrafo junto al Koi Ballet, reuniendo un potencial estético y de lenguaje que viaja entre segmentos más académicos hasta otros más innovadores, generando una puesta atractiva y sensible.
En ese sentido, el artista abre algunos interrogantes respecto de la danza como punto de partida para desarrollar su obra. Entre más, se pregunta: “Cómo las corporalidades latinoamericanas abordan el lenguaje de la danza clásica en la actualidad, cómo se mueven, qué las mueve, qué nos conmueven, y desde allí construyo-edifico-elaboro un paisaje arquitectónico-poético que por momentos puede implosionar y también conmover”.
“Proyecto TRINCHERA”, una poderosa metáfora acerca de un baile que se vuelve abrazo
Respecto del inquietante Proyecto TRINCHERA, gestada a partir de la música del Chango Spasiuk, arreglos sonoros de Marcio Pereyra, vestuario de Lorena Fenoglio, diseño lumínico de Tania Scaglione y elementos escenográficos de AET, con idea y coreografía de León Ruiz y Marcio Pereyra, es otra notable propuesta de la Compañía Rosarina, en este caso, con el trabajo en escena de Emilia Díaz Romero, Valentina Filak, María Agustina Muñoz, Eliana Zárate, Josefina Venzatti, Victoria Di Fazio, Ernesto Remedi, Eugenia Porcel de Peralta, Victoria Barbieri y Marcio Pereyra.
“Es una obra escénica que entrecruza los universos del campo folclórico y la contemporaneidad como elementos inseparables, convivientes y transformadores, que pone en jaque aquellas construcciones heredadas que aún hoy parecen inamovibles, llevando a la escena relatos poéticos bailables, interpretados por pibes y pibas de la ciudad”, dijo el creador en relación con el material en el que esos intérpretes “se agrupan para hacerle frente al infortunio y a quienes quieran arrebatarles los sueños”, a partir de una serie de cuadros o pasajes a los que denomina La Manada, La Bandada, Las Yeguas, El Olvido, Los Amores, La Resistencia, La Despedida, El Encuentro, La Pertenencia, El Desarraigo y El Exilio.
Maricón, con idea, dirección e interpretación de León Ruiz, cuenta con el diseño sonoro de Martín Actis, vestuario de Lorena Fenoglio, diseño de iluminación de Tania Scaglione e Irupé Vitali y escenografía de AET.
“Maricón es unipersonal. Es un híbrido entre la danza, el teatro y la performance. Es un boicot, un zafarrancho, un juego, un cúmulo de imágenes escénicas sensibles, que viajan entre la infancia y el presente de un bailarín que soy yo, para sumergirnos en las problemáticas de odio, bullying y discriminación que padecemos las disidencias sexuales”, contó Ruíz acerca de este biodrama y quizás su trabajo más personal, que fue realizado gracias a la residencia de creación Descarriadas, las artes escénicas expandidas, que llevó adelante el Centro Cultural Parque España y coordinó Marcelo Allasino.
Finalmente Origami, con idea y coreografía de León Ruiz y dirección general de Fabiana Schiavone, aporta la música de Eleni Karaindrou, Giacomo Puccini, Ennio Morricone, Noé, Miguel Bosé, Lucila Galeazzi y Assurd, y se trata de una propuesta de los intérpretes de Escuela de Arte CREAR.
“Origami es una obra breve de danza que nos invita a viajar en un pequeño y a la vez inmenso mundo, un mundo repleto de barquitos de papel, canzonetas, valses, colores y texturas de nuestro pasado y nuestro presente, entre aires italianos y españoles, para recrear una atmosfera de infancias inmigrantes que juegan y danzan entre sillitas que fueron de su familia, para hoy estar en la escena”, planteó Ruíz respecto de esta pieza interpretada por infancias y adolescencias, que se reúnen para expresar mediante la danza un hecho escénico.