El juez Adolfo Carretero citó a declarar este martes 12 de noviembre a Elisa Mouliaá -para ratificar su denuncia- y a Íñigo Errejón -en calidad de investigado- en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid tras la denuncia que la actriz presentó el pasado 25 de octubre contra el exportavoz de ‘Sumar’ en el Congreso de los Diputados por un presunto delito de agresión sexual ocurrido en 2021.
Sin embargo, a 24 horas de su comparecencia en los Juzgados, se archivaba provisionalmente la causa por incapacidad temporal de la abogada de la artista, y el proceso no se retomará hasta que la letrada presente su alta médica.
Mientras Elisa reaccionaba a este giro en su batalla judicial contra Errejón asegurando que aunque «es todo terrible» sigue «confiando en la Justicia», el expolítico continúa ‘desaparecido’ y no se sabe nada sobre su paradero desde que presentó su dimisión como diputado de ‘Sumar’ y anunció su retirada de la política tras las acusaciones de más de una decena de mujeres de delitos de carácter sexual por los que podría cumplir una pena que va de 1 a 5 años de prisión.
Sí hemos visto en el domicilio en el que reside en el centro de Madrid -que abandonó el pasado 25 de octubre y al que no ha regresado por el momento- a su padre, José Antonio Errejón, que ha estallado ante las cámaras cuando le hemos preguntado por el archivo temporal del proceso en el que está inmerso Íñigo: «Soy gente normal, iros a preguntar a Palestina. Palestina es donde necesitan estas cosas» ha exclamado indignado.
Muy serio, suspirando y emitiendo diferentes bufidos, el progenitor del expolítico ha guardado silencio y no ha revelado cómo se encuentra su hijo ni cómo se ha tomado que se haya suspendido su comparecencia en los Juzgados, dejando en el aire si está preparando su estrategia de defensa y si cree que le perjudica o le beneficia que se haya archivado provisionalmente el caso.