Era un empleado, se convirtió en millonario de la noche a la mañana y utilizó su fortuna para tener un notable gesto con sus compañeros de trabajo

• Tiene menos de 40 años y renunció a Wall Street para ganar una fortuna desde su casa

• Un refugiado pasó dos veces de pobre a millonario gracias a las donas

Jean Lamontagne es un hombre de 60 años que reside en la ciudad de Montreal, en Canadá. A pocos años de jubilarse le sucedió uno de los hechos con los que más de uno soñamos alguna vez, ganar nada más y nada menos que la lotería nacional. Se trató de un premio de US$40.000.000, por lo que tan pronto lo supo, decidió adelantar su jubilación y renunciar al trabajo.

Sus proyectos con el dinero, son invertir en bienes raíces. Tiene pensado comprar una cadena de hoteles para que administren sus hijos. Pero antes de cualquier proyecto de inversión y negocios a futuro, decidió tener un gesto con sus compañeros de trabajo por haber formado parte de su vida durante tantos años.

Cuál fue el gesto de Jean Lamontagne con sus compañeros tras ganar la lotería

A los pocos días de haber ganado, el hombre decidió renunciar a su trabajo y contarles a todos sus compañeros lo sucedido. Y entre sus proyectos de inversión y compras para celebrar, tuvo un gesto con sus compañeros para compartir su alegría y despedirse de buena manera de todos ellos.

A los pocos días de haber renunciado, decidió invitarlos a todos a comer Pizzas a la hora del almuerzo y después aprovechó para despedirse personalmente de cada uno, por los años que habían pasado juntos. El canadiense había participado del Lotto Max, un premio de Quebec que entregaba, el 3 de diciembre, dos premios de US$80.000.000. Y tuvo la suerte de ganar uno de ellos.