Este episodio se suma a otros de suma gravedad, también en el marco de la habitual marcha de jubilados de los miércoles. Uno de ellos fue el caso de Pablo Grillo, el fotógrafo independiente que recibió un impacto en la cabeza de un cartucho de gas lacrimógeno, sufriendo un traumatismo de cráneo grave y fracturas múltiples el pasado 12 de marzo.
Estuvo internado en el Hospital Ramos Mejía en estado crítico y ahora se encuentra en rehabilitación, en lo que los médicos aseguran que fue un milagro.
Otro episodio de alta tensión fue el de Beatriz Bianco, una jubilada de 87 años que fue agredida por la policía, sufriendo una caída y traumatismo craneano, siendo atendida en el Hospital Argerich.