«Sería bueno que nuestros viejitos tengan la libertad de comer o no comer».
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En modo predicción, el domingo pasado, en su homilía por el inicio del Adviento (la preparación a la Navidad), Ángel «Bayín» Rossi, una de las máximas autoridades de la Iglesia católica argentina, segundo de la Conferencia Episcopal. señaló a los presentes en la misa la crisis de los jubilados.
Nuestros viejitos están en una eutanasia disimulada
«Se trata de la espera de un jubilado que, en vez del júbilo por recibir una buena jubilación, deberá optar entre comer o medicarse. Es la miserabilidad que estamos viviendo. Nuestros abuelos, nuestros viejitos, están en una eutanasia disimulada. Optás por comer, con lo cual hay medicamentos que no se reciben y, por lo tanto, para muchos es la muerte», predicó el cardenal y arzobispo de Córdoba.
Horas después se conoció que el Gobierno tomaba la decisión de que solo los jubilados del PAMI (Programa de Asistencia Médica Integral) que ganen menos de $389.398 tendrán acceso a la cobertura total de medicamentos.
Se maltrata a los más vulnerables
Luego, en un reportaje televisivo con un canal de Córdoba, amplió sus críticas: «Sin saberlo vino este cachetazo de noticia. Es la tristeza de los grupos más castigados: los abuelos, y por otro lado los niños o jóvenes con la ludopatía y juego online. Cuando una sociedad maltrata a las dos puntas, los jóvenes y ancianos, es signo de decadencia y signo de que así no tenemos futuro. Se maltrata a los más vulnerables«, afirmó.
Rossi, formado en la Compañía de Jesús, la misma orden que el papa Francisco, aclaró en el reportaje televisivo que «uno no inventa, uno tristemente lo ve en la calle. Abuelitos que compran 100 gramos de carne para comer algo en la semana. En este aspecto, con los jubilados se agudiza su situación. Hay caminos para controlar quiénes reciben medicamentos. Pero no puede ser una regla general que caigan en la volteada miles de abuelos nuestros».
Ya no pueden salira tomar mate a la vereda
Rossi aseguró que el recorte de medicamentos es una «eutanasia encubierta».
Y amplió la crisis a la inseguridad: «Ya no pueden salir a la tarde a tomar mate a la vereda, hoy a las 5 de la tarde están encerrados con candados. Todo lo que atente contra el bienestar de nuestros abuelos es muy triste, es fulero».
Es una autanasia encubierta
También agregó la frase «eutanasia encubierta» tomada del Papa, porque «algunos medicamentos apuestan a la vida, no es un dolor de cabeza, no es pavada. Hay otras formas, no empezar por los débiles. Pescar las formas de corrupción y cortarlas es positivo, pero esto no es digno, no nos hace bien. Si la libertad es la proclama, por supuesto, compartimos plenamente. Sería bueno que un abuelo tenga la libertad de comer o no comer«.
El recorte de los remdios suena a burla
Para el clérigo de alto rango, el recorte de los medicamentos «es una cantidad burlesca, suena a burla».
Aumentó la asistencia social de la Iglesia
Respecto a la asistencia social de la iglesia, Rossi reconoció que «se ha incrementado considerablemente, no es que no existía antes, pero se agudizó. Si hacés cinco cuadras en la ciudad (Córdoba capital) lo ves, lo mismo en los comedores. La dimensión es preocupante, dolorosa. También nos moviliza como Iglesia, que dejemos ciertas comodidades para cuidar más a la gente, nos interpela como hombres de Iglesia. No negar la realidad, que no ayuda a nadie», afirmó.
Preparar nuestro corazón para recibir a Jesús
Su opinión sobre la realidad dejó de lado su prédica sobre el Adviento, que «es tiempo de esperanza, porque Jesús está viniendo. Cómo esperar a un ser querido. Como reencontrarse con la familia o ese ser querido para la nochebuena o navidad. El desafío es preparar nuestro corazón para recibir a Jesús. Que Jesús nazca en nuestro corazón. Ahí está nuestro pesebre interno», concluyó su homilía con revuelo mediático y político».
Fuente: C5N
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